¿Por qué es importante diversificar las inversiones?

En el mundo de las inversiones, la diversificación consiste en distribuir estratégicamente los recursos en diferentes activos financieros, sectores económicos y mercados, con el objetivo de minimizar el riesgo derivado de la volatilidad de los mercados y maximizar el rendimiento.

Según el perfil inversor, y considerando los factores externos que puedan influir en la toma de decisiones (situación personal y económica, edad, tipo de aversión al riesgo…), algunos inversores optarán por realizar operaciones más arriesgadas, mientras que otros elegirán minimizar el riesgo en la medida de lo posible. Aquellos inversores con un enfoque más moderado se decantarán por diversificar su cartera de valores con el fin de lograr un equilibrio adecuado entre el riesgo asumido y la rentabilidad buscada.

Sabemos que no es posible predecir cómo van a actuar los mercados financieros, por lo que la mejor estrategia de diversificación se centra en aprovechar los ciclos económicos y las tendencias en diversos mercados, evitando así la dependencia de un solo activo o sector.

Distribuir los recursos en diferentes clases de activos y áreas de inversión disminuye la exposición a riesgos específicos y amplía las oportunidades de obtener rendimientos favorables, es decir, si una inversión no proporciona los resultados esperados, cabe la posibilidad de recuperar las pérdidas con otra operación que haya resultado exitosa.

También es aconsejable poner el foco en los mercados internacionales o diversificar por divisas, dado que la situación económica varía entre los países y, de tener todas nuestras inversiones en
un mismo territorio, una crisis originada en esta nación podría afectar a toda nuestra cartera de inversiones. En este caso, es necesario tener en cuenta la correlación positiva o negativa entre las diferentes economías, es decir, la manera en que dos activos se comportan ante situaciones similares. Un ejemplo de ello lo podemos observar en la correlación positiva entre el mercado bursátil estadounidense y el europeo, donde una fuerte caída en uno suele ser replicada por el otro. Asimismo, antes de invertir en un mercado extranjero, se deberá investigar acerca de los factores económicos, políticos y sociales que afectan a ese país, como la legislación vigente o la inflación, entre otros.

La estrategia de diversificación está relacionada con los plazos de inversión, los cuales están determinados en gran medida por la liquidez y las expectativas de cada inversor. Las inversiones pueden realizarse a corto, medio y largo plazo, y la técnica más utilizada consiste en combinar inversiones con diferentes plazos para minimizar el riesgo.

Por último, podemos optar por productos que ya poseen una diversificación intrínseca, como los fondos de inversión, los fondos cotizados (ETFs) o los planes de pensiones, que ofrecen una mayor diversificación en comparación con la inversión exclusiva en acciones de una empresa.