6 de Octubre – Infórmate de lo que está pasando…


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• Los datos más relevantes publicados en la semana han sido la inflación de septiembre en Zona Euro, que alcanzó nuevo máximo al situarse en el 10% interanual con subida además de la subyacente, y la confianza empresarial, ISMs, de septiembre en EEUU, que tuvo comportamiento mixto con Manufacturas retrocediendo mientras que Servicios superó las previsiones del consenso.

• El cierre de septiembre, que fue además cierre de trimestre, estuvo marcado por fortísima volatilidad en los mercados y fuertes ventas en los mercados de renta fija. Sin embargo, en las dos primeras jornadas de octubre los compradores han vuelto al mercado . La TIR del bono del gobierno alemán a 2 años ha bajado desde el 2% hasta el 1,70% y en EEUU la TIR del bono a 2 años ha retrocedido -20pb.

• Las bolsas finalizaron septiembre con fuertes caídas, que en el caso de los índices de EEUU superó el -9%. En el inicio de octubre se han registrado fuertes subidas en las dos primeras sesiones.

• La OPEP+ anunció en su reunión mensual un recorte de la producción de 2 millones de barriles diarios sobre los niveles de producción teórica, lo que en la práctica se traduce en un recorte en torno a los 900.000 barriles al día. El precio del crudo Brent reaccionó ligeramente al alza y supera los 90$/barril.

En divisas, el dólar continúa por debajo de la paridad frente al euro.



Esta semana traemos la renta fija a examen.

¿Pero la renta fija, no era fija?

La renta fija suele ir asociada en nuestras cabezas a inversión “estable” o “segura”, porque consiste en prestar dinero a alguna empresa o gobierno a cambio de unos intereses (que llaman cupón), y se espera que nos devuelvan el dinero prestado pasado cierto tiempo (cuando vence). Como los préstamos suelen ser de mucho dinero, dividen en trozos más pequeños (títulos), que conocemos como bonos, obligaciones o letras.

En resumen, se llama “renta fija”, porque si no hacemos nada, si no vendemos a nadie ese bono y lo mantenemos hasta que el préstamo llegue al final de su periodo, la rentabilidad es fija, es decir, la conocemos desde el momento en el que invertimos.

Que la rentabilidad sea fija no implica que no haya riesgos

Siempre que el dinero sale de nuestro bolsillo para dedicarlo a algo, existe cierto riesgo: que lo que recibo a cambio no valga lo que he pagado, que se deteriore rápido con el paso del tiempo… En el caso de la renta fija pasa lo mismo, está sujeta a distintos factores de riesgo. El más evidente es el riesgo de contraparte: que la empresa o gobierno a la que prestamos el dinero, no nos lo devuelva o nos devuelva menos de lo acordado.

2022 está siendo un año muy complicado. En este momento, algunos de los principales riesgos a los que se enfrenta la renta fija son: la inflación, las subidas de tipos de interés, el riesgo geopolítico y el miedo ante la incertidumbre. Factores que han marcado el mal comportamiento de la renta fija en lo que va de año. En el mercado hemos tenido un movimiento muy exagerado, que ha configurado una situación que hace aún más difícil que los inversores entiendan qué ha pasado. Ese movimiento de los bonos ha arrastrado a los activos a una revaluación de las valoraciones, pero la bolsa, a día de hoy, no está descontando una recesión, solo cierta desaceleración.

¿Cómo afecta al valor de mis bonos…?

…Las subidas de tipos de interés de los Bancos Centrales: Estas subidas son negativas, a corto plazo, para la renta fija porque implican que los nuevos bonos ofrecen unos tipos de interés mayores, y por lo tanto, son más atractivos para los inversores, o, lo que es igual, los bonos que ya teníamos en nuestro fondo o cartera, que ofrecen tipos más bajos, pasan a ser menos atractivos y pierden valor, es decir, sufren caídas.

…La alta inflación: Intuitivamente, es negativa para la renta fija, porque, aunque recibimos el mismo dinero, cada vez vale menos.

…El ruido geopolítico (guerra entre Rusia y Ucrania/crisis energética y de suministros): A los inversores no les gusta la incertidumbre. Cuando los inversores tienen dudas sobre lo que depara el futuro y si las empresas en las que invierten serán capaces de aguantar bien en la nueva situación, suelen vender acciones (renta variable) para refugiarse en renta fija. Los inversores saben que cuando ocurre una depresión, los bancos suelen bajar los tipos de interés, y esto ayuda a los bonos. Es el proceso opuesto al descrito antes.

Por este motivo, en su inicio, la guerra entre Rusia y Ucrania benefició a la renta fija global. Sin embargo, el constante aumento de la inflación y la confirmación de los bancos centrales de que, a pesar de la guerra, iban a continuar con planes de subir tipos, deshizo pronto el impacto positivo.

¿Qué podemos esperar?

La inflación no es algo que suela bajar de un día para otro y va a requerir de tiempo, esfuerzo y, previsiblemente, más subidas de interés por parte de los Bancos Centrales.

Para los ahorradores e inversores más conservadores, los productos de renta fija siempre han sido una de las opciones más atractivas, ya que son instrumentos con un bajo riesgo asociado y una rentabilidad que, aunque reducida en comparación a otro tipo de inversiones, es conocida de antemano. Además para éstos es más fácil invertir en renta fija a través de fondos de inversión, ya que invierten de manera diversificada en muchos bonos de distintas empresas y/o gobierno y que vencen en distintos momentos, de forma que se disminuye el riesgo: si una empresa quiebra, no afecta tanto a la inversión total.

Ante esta situación, los inversores en renta fija, que prefieren tener pocas fluctuaciones en su patrimonio, sin perder cierta rentabilidad, podrían tener 3 alternativas:

  1. Mantener su inversión: Poco a poco, los bonos del fondo van a ser reemplazados por otros de mayor rentabilidad. A la larga, el inversor sale beneficiado, pero puede pasar un periodo largo hasta que esta ventaja se materialice. Este periodo es más corto cuando los bonos que componen el fondo son de corta duración (pocos meses o un año).
  2. Buscar bonos o fondos de bonos ligados a la inflación: Esto puede solucionar, en el corto plazo, la amenaza de la inflación, pero, si ésta remite, no protege contra las subidas de tipos.
  3. Diversificar, añadiendo algo de renta variable a nuestra cartera: Tomar algo de riesgo y exposición a renta variable para disponer de un mayor potencial de rentabilidad (si se invierte de forma diversificada y a largo plazo) en nuestras inversiones. Los fondos mixtos nos ofrecen la posibilidad de invertir de manera diversificada tanto en renta fija, renta variable, así como en otros activos alternativos y tratar compensar las posibles caídas de un activo con el buen comportamiento de los otros.

Conoce más sobre estos fondos de inversión e invierte en activos de renta fija pública y privada de forma diversificada.

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