En Estados Unidos, el IPC de junio subía por encima de lo esperado y se situaba en el +0,9% frente al +0,6% anterior. Así, el IPC interanual subió al +5,4%, su tasa más alta desde 2008. La inflación subyacente, sin alimentos ni energía, subió un +0,9% situando la tasa interanual en el +4,5%. No obstante, Powell en su comparecencia ante el Congreso americano reiteró que prevén que los aumentos de precios sean temporales.
En China, los datos del sector exterior de junio sorprendieron positivamente y mostraron un elevado dinamismo al crecer tanto las importaciones como las exportaciones por encima del 30%. Asimismo, el PIB aumentó en el segundo trimestre un +1,3% superando las estimaciones y situando el crecimiento interanual en el +7,9%. La producción industrial y las ventas al por menor de junio también superaron las expectativas.
Las bolsas europeas, a excepción del IBEX35, anotan nuevas subidas en el mes apoyadas en las buenas perspectivas de beneficios empresariales. El StoxxEurope600 y el Dax alemán han anotado nuevos máximos históricos. La bolsa americana ha recogido al alza el inicio positivo de la temporada de resultados empresariales con el S&P 500 y Nasdaq marcando nuevos máximos históricos.
En los mercados de renta fija, ha continuado la tendencia compradora. En la Zona Euro, ha sido más marcada en la deuda de países periféricos y la TIR del bono italiano ha caído 5 p.b. hasta +0,71%. En EE.UU. la TIR del bono americano repuntó puntualmente tras el dato de inflación pero posteriormente volvió a la zona del +1,35%.
Las claves de la gestión discrecional de carteras de inversión
Desde la entrada en vigor de la normativa MiFID II en 2018, la gestión discrecional de carteras de inversión ha experimentado un crecimiento exponencial y según los datos de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones españolas, a cierre de 2020 ya suponían el 56% de la distribución de instituciones de inversión colectiva en España.
¿En qué consiste la gestión discrecional?
La gestión discrecional es un mandato de gestión a través del cual se otorga permiso a los profesionales de una entidad para que gestionen el patrimonio, es decir, supone un contrato por el que se delega la gestión. A través de este, el gestor tiene potestad para invertir, y desinvertir, en un amplio universo de activos (renta fija pública y privada, renta variable, divisas,…) en línea con el perfil de riesgo del cliente y en función de las circunstancias de mercado, lo que permite ganar agilidad y flexibilidad en la gestión.
Esta inversión puede hacerse invirtiendo directamente en el propio activo (bonos, acciones,…) o través de fondos de inversión, que cuentan con una fiscalidad más favorable1, los traspasos entre fondos no tributan a Hacienda (aplicable a personas físicas residentes en España), y acceso a clases más baratas en las que un cliente particular no podría invertir.
Además el inversor recibe periódicamente información sobre los movimientos, composición y valoración de sus inversiones.
Cada perfil de riesgo con su cartera de inversión
No todos los inversores son iguales, cada uno tiene unas necesidades y circunstancias personales distintas. Por ello a través del test de idoneidad, imprescindible para contratar un servicio de gestión discrecional de carteras, se determina que la cartera en la que se va a invertir es adecuada a los conocimientos, experiencia, objetivos y situación financiera del inversor.
Descubre nuestro servicio de gestión de carteras y encuentra la que más se adapta a ti.
1 La fiscalidad debe entenderse que depende de las circunstancias personales de cada inversor y que puede variar en el futuro. Es aconsejable pedir asesoramiento personalizado al respecto.
Aviso legal: Santander Asset Management advierte que esta presentación contiene manifestaciones sobre previsiones y estimaciones. Dichas previsiones y estimaciones están incluidas en diversos apartados de este documento e incluyen, entre otras, comentarios sobre el desarrollo de negocios futuros y rentabilidades futuras. Mientras estas previsiones y estimaciones representan nuestros juicios sobre expectativas futuras de negocios, puede que determinados riesgos, incertidumbres y otros factores relevantes ocasionen que los resultados sean materialmente diferentes a lo esperado. Entre estos factores se incluyen, (1) situación del mercado, factores macroeconómicos, directrices regulatorias y gubernamentales, (2) movimientos en los mercados bursátiles nacionales e internacionales, tipos de cambio y tipos de interés, (3) presiones competitivas, (4) desarrollos tecnológicos, (5) cambios en la posición financiera o de valor crediticio de nuestros clientes, deudores o contrapartes. Los factores de riesgo y otros factores fundamentales que hemos indicado podrían afectar adversamente a nuestro negocio y al comportamiento y resultados descritos y contenidos en nuestros informes pasados, o en los que presentaremos en el futuro, incluyendo aquéllos remitidos a las entidades reguladoras y supervisoras, incluida la Securities Exchange Commission de los Estados Unidos de América. La información incluida en el presente documento ha sido recopilada de fuentes que SANTANDER ASSET MANAGEMENT S.A. S.G.I.I.C. considera fiables aunque no ha confirmado ni verificado su exactitud o que sea completa. Santander Asset Management no asume responsabilidad alguna por el uso de la información contenida en este documento, el cual no constituye ninguna recomendación ni asesoramiento personalizado ni oferta ni solicitación. La inversión en fondos de inversión u otros productos financieros indicados en el presente documento pueden estar sujetos a riesgos de inversión: riesgo de mercado, riesgo de crédito, emisor y contraparte, riesgos de liquidez, riesgos de divisa y, en su caso, riesgos propios de mercados emergentes. Adicionalmente si los fondos materializan sus inversiones en hedge funds, o en activos o fondos inmobiliarios, de materias primas o de private equity, se pueden ver sometidos a los riesgos de valoración y operacionales inherentes a estos activos y mercados así como a riesgos de fraude o los derivados de invertir en mercados no regulados o no supervisados o en activos no cotizados. Las rentabilidades del pasado no son indicativas de resultados en el futuro. Cualquier mención a la fiscalidad debe entenderse que depende de las circunstancias personales de cada inversor y que puede variar en el futuro. Es aconsejable pedir asesoramiento personalizado al respecto.