Todo lo que necesitas saber sobre el Ibex 35

Más de tres décadas después de su nacimiento, el Ibex 35 sigue consolidándose como el índice bursátil de referencia de la Bolsa española, encargado de medir el comportamiento de las 35 empresas más negociadas o con más liquidez en el Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE), que agrupa las cuatro bolsas españolas (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia).

El acrónimo Ibex proviene de Iberia Index, mientras que el número 35 representa a las empresas que lo forman, que no tienen por qué ser las más grandes del país, sino aquellas que resultan de mayor interés para los inversores en Bolsa, es decir, las compañías más líquidas y con mayor volumen de compraventa en el mercado español. Por tanto, es un buen reflejo del estado de una economía, en este caso, de la española.

Periódicamente, se realizan análisis para comprobar si las empresas que conforman el índice siguen siendo las más líquidas, lo que da lugar a la incorporación de nuevas empresas y a la salida de otras. Para ello, el Comité Asesor Técnico (CAT), compuesto por un mínimo de 5 y un máximo de 9 expertos, se reúne semestralmente (en junio y diciembre) de forma ordinaria, con el objetivo de redefinir el índice en el próximo periodo; otras dos veces al año para realizar un seguimiento; y de manera extraordinaria cuando la situación lo requiera.

Para formar parte del Ibex 35 no es necesario pertenecer a un sector específico, ya que la condición principal reside en el nivel de liquidez de las acciones de la empresa. Sin embargo, en imprescindible cumplir con dos requisitos:


• La capitalización media de las acciones de la compañía debe ser superior al 0,30% de la capitalización media del índice durante el periodo de control, que tiene una duración de
seis meses.
• El valor debe negociarse al menos en un tercio de las sesiones del periodo de control, si bien puede realizarse una excepción, pero solo en el caso de que la compañía se encuentre entre las 20 mayores empresas por valor de mercado.


Además, el CAT puede tener en cuenta otros factores para determinar qué valores deben formar parte del índice y, por consiguiente, qué empresas son aptas para entrar en el Ibex 35. De esta manera, se realiza una evaluación de la empresa, atendiendo al precio unitario por acción, la volatilidad, la capitalización, el indicador PER, o la rentabilidad por cada dividendo, entre otros.