Los fondos de inversión de renta variable son productos de inversión colectiva que invierten la mayor parte de su patrimonio en activos de renta variable. La exposición a este tipo de activos debe ser igual o superior al 75% para que un fondo sea considerado de renta variable.Las acciones de las empresas que cotizan en bolsa son los valores más conocidos de la renta variable. Las divisas, las materias primas, las participaciones preferentes, los bonos convertibles o los propios fondos de inversión son otros ejemplos de activos financieros de renta variable.
El principal rasgo de la renta variable es que en el momento de su adquisición no se conoce cuál será su rentabilidad futura ni se garantiza la devolución del capital invertido. Por eso, el riesgo de estos fondos es mayor que el de los fondos de renta fija, aunque también suelen dar una mayor rentabilidad.
Categorías de fondos de inversión de renta variable
En los fondos de inversión de renta variable existen varias subcategorías según los mercados en los que se invierte y otras características de los valores. Por ejemplo, en función de la exposición al riesgo divisa, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los categoriza en:
•Renta variable euro: al menos el 60% de la exposición total en renta variable está emitida por entidades radicadas en la zona euro.
•Renta variable internacional: más del 75% de la exposición total en renta variable no clasificada como “renta variable euro”.
Además, dentro del grupo de fondos mixtos podemos encontrar fondos de renta variable mixta, en los que la exposición a activos de renta variable supondrá entre el 30 y el 75% del total de la cartera de activos.