La incorporación de criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo (denominados criterios ASG) en los procesos de inversión está experimentando un fuerte desarrollo entre las grandes entidades gestoras, convirtiéndose, por lo tanto, en un elemento muy importante en el sector de la gestión de activos tanto para analizar riesgos como oportunidades en las inversiones. Además, existe una demanda relevante por parte de los inversores, que ya no sólo piden rendimientos financieros para sus ahorros e inversiones, sino que buscan que su dinero genere rendimientos e impactos sociales y medioambientales, exigiendo al mismo tiempo mayor transparencia en el destino de sus inversiones.

La Inversión Sostenible y Responsable ha crecido más de un 70% en sólo cuatro años

Según el último estudio publicado por Global Sustainable Investment Alliance, la Inversión Sostenible y Responsable (en adelante ISR) representaba 22,9 trillones de dólares en activos gestionados de forma profesional a inicios de 2016, lo que supone una cuota del 26% del total de activos gestionados de forma profesional a nivel mundial. Su crecimiento en los dos últimos años fue del 25%, con una evolución muy importante en sus tres líneas de desarrollo: la inversión Responsable, la Sostenible y la de Impacto.

Este grado de relevancia de la ISR es aún mayor en Europa, donde su cuota de penetración sobre el total de activos gestionados alcanza el 53% (Fuente: Global Sustainable Investment Review 2016 y European SRI Study 2016). Además, durante los dos últimos años se ha dado un hecho muy relevante para su futura consolidación y expansión.

El inversor particular ha irrumpido con fuerza, pasando de tener una cuota prácticamente insignificante del 3,4% a comienzos de 2014, a representar un 22% de los más de 11 billones de euros gestionados en ISR a comienzos de 2016.

Por lo tanto, podemos concluir que el entorno con el que trabajan las gestoras de activos está evolucionando, está cambiando, y los actores que protagonizan ese cambio son tanto las empresas donde invierten como los inversores a los que dan servicio. Claramente uno de los principales motores de ese cambio es la Inversión Sostenible y Responsable, que se está consolidando como una de las estrategias de inversión preferidas por los inversores, ya no sólo los institucionales, también los particulares, para gestionar sus ahorros e inversiones.

De los inversores declinan inversiones en compañías sin compromiso apropiado con la Sostenibilidad. Fuente: Hermes Investment Management’s annual Responsible Capitalism Survey.

De las empresas señala que la Sostenibilidad es una de las tres prioridades más importantes para su futuro. Fuente: Sustainability’s strategic worth. Mckinsey & Co. Julio 2014.

En un entorno empresarial cada vez más competitivo, que además ha de convivir con una globalización que favorece el desarrollo de todas las áreas geográficas, con unos recursos naturales que son insuficientes para mantener el ritmo de crecimiento actual y con una sociedad cada vez más concienciada en que su desarrollo debe ser respetuoso con el entorno donde habita, las empresas han descubierto que la sostenibilidad de su negocio gira en torno a cuatro ejes fundamentales para su éxito.

Al eje financiero, ya conocido y analizado por todos los inversores, se unen el ambiental, social y de gobierno corporativo. Además, han identificado el valor que les puede aportar la consideración de estos cuatro ejes para eficientar sus negocios y reducir riesgos, que en muchos casos pueden afectar de forma importante en sus cuentas de resultados.

Desde ya, las empresas e inversores están tomando muy en cuenta estos ejes para identificar oportunidades de crecimiento, de creación de nuevos negocios, y riesgos latentes sobre sus compañías y/o inversiones. Y las gestoras los están integrando dentro de sus procesos de análisis, gestión y seguimiento de las inversiones en los productos que gestionan.

Lo que convierte a la Inversión Sostenible y Responsable en la estrategia de inversión para un mundo en cambio.