Desde la primera emisión de un Green Bond, o Bono Verde, en 2007 por el Banco Europeo de Inversión (BEI) el mercado de éstos ha crecido de manera exponencial.
El incremento en volumen y número de emisiones que los Bonos Verdes experimentan anualmente los ha situado en el punto de mira de todo tipo de inversor. En 2017, 10 años más tarde del primer Green Bond, las emisiones de este tipo de deuda alcanzaron un volumen por valor de ciento cincuenta y cinco billones de dólares*. Climate Bonds Initiative, la organización independiente dedicada al estudio de este mercado, proyecta que esta cifra aumente al menos un 60% durante 2018.
¿Qué es un Green Bond?
Para poder lucir la etiqueta de Bono Verde las emisiones deben cumplir con 4 principios básicos, conocidos como los Green Bond Principles:
Por lo tanto, el 100% de los fondos deben ser destinados a la financiación de proyectos elegibles – aquellos que se centren en el desarrollo o la renovación de sistemas con el objetivo de reducir emisiones o mejorar la eficiencia energética entre otros. El foco en la financiación de este tipo de proyectos impulsa la transición energética necesaria para una economía respetuosa con el medioambiente.
¿Por qué el Reciente Interés por los Green Bonds?
El interés de los inversores por estos productos ha aumentado de manera considerable en los últimos años. Esto puede explicarse por las iniciativas internacionales en favor de una transición energética hacia una generación más respetuosa con el medioambiente, una maduración del mercado de Green Bonds y las previsiones de crecimiento para esta industria.
Mercado de Bonos Verdes
El mercado de Bonos Verdes ha crecido a un ritmo frenético en los últimos años. En 2017, éste alcanzó un crecimiento del 78% en comparación con 2016, con más de 1500 emisiones por parte de 222 emisores diferentes provenientes de 37 países. De éstos, 137 emisores se estrenaron en la emisión de este tipo de activo.
Previsiones de Crecimiento
No se espera que el crecimiento que ya ha experimentado esta industria termine en un futuro cercano. Moody´s prevé que las emisiones estarán cerca de duplicarse en 2018. Este crecimiento en volumen va acompañado de un desarrollo de la legislación relacionada y un incremento en la demanda por este tipo de productos, lo que nos señala que el futuro se tiñe de verde.
Fuentes: Climate Bonds Initiative – Moody´s