Plan de pensiones: una inversión hoy para cuidar el mañana

 

Cada vez más personas optan por contar con un plan de pensiones como medio para asegurar una fuente adicional de ingresos en su jubilación. Estos planes son productos financieros que combinan inversión y ahorro a largo plazo. Su funcionamiento se basa en aportaciones puntuales o periódicas realizadas por el titular, con el propósito de destinar una parte de sus ingresos actuales al futuro.

Al decantarte por este tipo de producto de ahorro es fundamental que consideres diversos factores como el plazo restante hasta la jubilación y el nivel de rentabilidad que deseas obtener en base al nivel de riego que estás dispuesto a asumir. Es esencial, por tanto, que conozcas tu perfil inversor. Una vez definido, es el momento de elegir el plan de pensiones que más se adapta a ti y a tus necesidades. Para ello, debes fijarte en qué activos invierte. Así podemos establecer los siguientes tipos de planes:

• Renta fija: se caracteriza por invertir en activos más estables, como bonos o letras del tesoro. El riesgo asociado es menor en comparación con otros planes, y pueden ser a corto o largo plazo, tanto de renta fija pública como corporativa.
• Renta variable: implican un mayor nivel de riesgo, ya que se invierte en activos más volátiles, como acciones. Este plan está pensado para inversores que buscan obtener una rentabilidad más atractiva que la ofrecida por productos conservadores.
• Renta mixta: combinan activos financieros de renta variable y renta fija. Esta estrategia tiene como objetivo compensar los riesgos inherentes a la inversión en diferentes activos, aprovechando la estabilidad de la renta fija y explotando el potencial de crecimiento de la renta variable.
• Garantizados: el titular se asegura que va a recuperar la inversión aportada siempre y cuando no la retire antes de la fecha de vencimiento. En este caso, se le aplicaría el valor de mercado en el momento de rescate.

Todos los planes conllevan el pago de comisiones, que variarán dependiendo del plan que decidas contratar. Por lo tanto, es necesario que te informes adecuadamente y consultes a tu gestor todas
las dudas al respecto. Por otro lado, invertir en un plan de pensiones ofrece la ventaja de contar con reducciones fiscales, ya que las aportaciones realizadas pueden deducirse en la declaración de la renta. Es importante destacar que el tratamiento fiscal de estos productos depende de las circunstancias individuales de cada cliente y puede variar en el futuro.

Por último, el momento de rescate o retiro de los fondos de tu plan de pensiones, puede realizarse de diferentes formas: en forma de capital, donde se obtiene la cantidad acumulada de una sola vez; la opción de recibir una renta periódica; o una combinación de ambas, conocida como modalidad mixta, que permite retirar una parte de la inversión y seguir recibiendo una renta. Deberás elegir la que más se ajuste a ti, considerando aspectos como las obligaciones fiscales que se deben afrontar y el momento en el que deseas recuperar tu inversión.