Respecto a los datos publicados, el foco de la semana está en los datos de inflación. El IPC de España ha retrocedido en abril hasta el +8,4% interanual desde el +9,8% que llegó a alcanzar en marzo.
En los mercados de renta fija las compras se han impuesto en la semana y las TIRES de los bonos de gobierno han cedido hasta el entorno del +0,80% en el alemán y del +2,80% en el americano. Los inversores están muy pendientes de la reunión de la Fed que tendrá lugar el miércoles que viene y en la que se espera que anuncien una subida del tipo oficial de +50p.b. •
Las bolsas comenzaron la semana con volatilidad recogiendo las caídas de China derivadas del aumento de restricciones en el país por casos de Covid y en las últimas jornadas han mejorado el tono. Respecto a la publicación de resultados empresariales, el tono ha sido bueno aunque todavía son pocas las empresas que han publicado. •
En materias primas la atención ha estado centrada en el gas natural. Rusia anunció en la jornada del miércoles que va a cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por no pagar en rublos. Esto se tradujo en un aumento del precio del gas del 10% en la jornada del miércoles y se situó en 108€/MWh. El precio del crudo Brent ha retrocedido en la semana y se sitúa en el entorno de los 105$/barril.
En la divisa el dólar ha continuado apreciándose frente al euro y se sitúa en la cota del 1,05$/€, lo que son niveles máximos desde marzo de 2017.
Esta semana hablamos de cómo “navegar” por la incertidumbre de los mercados.
A la “conquista” del mundo con nuestra inversión.
Este año se celebra el 500 aniversario de la primera vuelta al mundo en barco de Juan Sebastián Elcano, navegante español que logró esta proeza como capitán del único barco “La Nao Victoria” que regresó a España de la expedición capitaneada por Magallanes en el año 1522. Su objetivo, alcanzar las islas de las especias (Islas Molucas), en la actual Indonesia, atravesando el Océano Atlántico, bordeando América y ascendiendo por el Pacífico para establecer una ruta comercial. Negar el arrojo y la valentía de ambos navegantes, en aquellos tiempos, es como negar la belleza de la “Primavera” de Claude Monet.
Tan indiscutibles son ambas virtudes como, seguramente lo fueron las numerosas vicisitudes que tuvieron a lo largo del trayecto o del tiempo que tardaron en culminar sus obras.
Y es precisamente en estos momentos cuando como inversores se nos ha presentado la “expedición” destinada a superar las dificultades que supone la toma de decisiones de inversión, especialmente por la complejidad de ponderar una variable como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania (64 días ya han trascurrido desde el inicio de la invasión). Esta guerra ha provocado una elevada volatilidad de los mercados y nos dificulta la visibilidad de alcanzar nuestra meta marcada. Y es que ni la renta variable (incluida la corrección del 1er trimestre) ni la renta fija (aún con el notable repunte de rentabilidades de las curvas de tipos de interés) están precisamente baratas…
Llegados a este punto, cualquier inversor debería hacer de la necesidad virtud, y valorar en su justa medida dar un paso al frente, dejar el miedo a un lado y dar cabida a otros recursos y activos a través de fondos de inversión globales. De esta manera, podremos optar, con un vehículo, altamente diversificado que además conlleva ventajas fiscales, al arduo objetivo de intentar no incurrir en rentabilidades negativas a finales de este ejercicio.
La historia nos enseña que los distintos activos presentan comportamientos diferentes en cada momento de mercado. No hay ningún activo que siempre ofrezca la mejor rentabilidad, en cualquier entorno de mercado. Por lo tanto, si invertimos en un sólo tipo de activo, tendremos una única probabilidad de ganancia o pérdida, mientras qué invirtiendo en una combinación de activos, podría haber varias posibilidades de revalorización y podríamos reducir la probabilidad de pérdidas. Pero no sólo se puede diversificar por tipo de activo, también por geografía, sectores o divisas. A pesar de que la economía se encuentra cada vez más globalizada, el comportamiento de cada país sigue presentando sus propias particularidades y tendencias. Así como determinados sectores tienen un mejor comportamiento en determinadas fases del ciclo económico, invertir en diferentes divisas para no exponer nuestras inversiones a las fluctuaciones de una única moneda también puede llegar a compensarnos. Nuestra cartera, en definitiva, necesita tener “mundo” y que éste sea diverso. Los fondos de inversión son productos diversificados por su propia naturaleza y dentro de éstos los productos mixtos/globales son aquellos que combinan la inversión en diferentes activos, áreas geográficas, sectores, divisas e incluso vehículos de inversión.
Aunque el trayecto se nos ponga cuesta arriba, es conveniente no perder la cabeza y tener una perspectiva estable sobre cuáles son nuestros objetivos a largo plazo y el plan que hemos establecido. Al igual que lo hicieron Magallanes y Elcano en 1519 cuando partió su expedición tardando 3 años en alcanzar su hazaña y regresar, en caso del navegante español, habiendo logrado la primera circunnavegación del mundo, cargado de especias.
Cuanto más corto es el plazo de inversión, mayor es la variabilidad de las rentabilidades y menor es su previsibilidad. Al ampliar el horizonte temporal, el inversor tiene mayores probabilidades de obtener rentabilidad, mitigando el riesgo.
No debemos dejarnos llevar por el contexto de mercado, evitando tomar decisiones precipitadas que nos alejan del plan inicial y las metas. Estos momentos de volatilidad pueden ser una oportunidad para continuar navegando hasta buen puerto con una cartera global y diversificada con enfoque de medio y largo plazo.
Apuesta por la inversión diversificada: Fondos Mixtos
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