Para la selección de los activos se tendrá presente el mandato del fondo, con arreglo a los siguientes criterios que se aplican la toma de decisiones de inversión, si bien adaptados a cada tipología de activo:
– Criterios excluyentes: Se aplican criterios de exclusión basados en la actividad del emisor. Se excluyen del universo de inversión actividades consideradas como no alineadas con los objetivos de sostenibilidad del fondo, como por ejemplo emisores cuyo negocio está mayoritariamente orientado a actividades relacionadas con el armamento controvertido, el armamento convencional, el tabaco, así como los combustibles fósiles, la generación eléctrica a partir del carbón y la minería de carbón.
De forma excepcional el fondo podría invertir en un bono verde de un emisor cuya actividad esté relacionada con el carbón y otros combustibles fósiles, únicamente en caso de que el uso de los fondos del bono esté dirigido a la financiación de proyectos bajos en carbono (p. e. energías renovables) alineados con una estrategia de descarbonización de sus actividades y el alineamiento con los objetivos del Acuerdo de Paris.
Además, se realiza un análisis de controversias que permite identificar incumplimientos de normas o estándares reconocidos internacionalmente como las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales y los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, entre otros, de forma que las inversiones estén alineadas con dichas directrices y principios. También se excluyen del universo de inversión aquellas compañías en las que se identifiquen controversias consideradas críticas y se da seguimiento al resto de controversias.
Adicionalmente, para el caso de la renta fija pública, se aplican criterios de exclusión por países según el indicador Democracy Index, que determina el rango de democracia de 167 países en base a mediciones tales como el proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política y el Estudio Freedom in the World que mide el grado de democracia y libertad política en todos los países y en los territorios más importantes en disputa de todo el mundo..
– Criterios valorativos: Al menos el 70% de la cartera se invertirá en renta fija pública y/o privada de bonos verdes, que se complementará con otros bonos sostenibles, sociales, y bonos vinculados a la Sostenibilidad (Sustainability-Linked bonds o SLBs en inglés) (máximo 5% en SLBs), siendo todo ello inversiones sostenibles de conformidad con el artículo 2.17 del Reglamento (UE) 2019/2088.
En el caso del 5% máximo de inversión en SLBs, cabe mencionar que no están sujetos a proyectos concretos, sino a objetivos medioambientales y/o sociales corporativos previamente identificados por las entidades emisoras, las cuales establecen unos “Indicadores Clave de Rendimiento” (KPIs) alineados con sus estrategias de sostenibilidad. Para estos bonos, la Gestora analiza el desempeño ASG del emisor seleccionando únicamente aquellos emisores con mejores prácticas en materia medioambiental o social.
Asimismo, se aplica una estrategia Best-in-class que consiste en seleccionar aquellos activos o emisores (públicos y privados) con mejor valoración general ASG (por encima de la media en su rating relativo respecto a sector y región), además se debe cumplir con un rating mínimo de calidad ASG a nivel cartera, según la metodología de análisis de la Gestora. Esto significa que desde la Gestora se selecciona las compañías que están dentro del 60% con mejor puntuación según el rating ASG de acuerdo con la metodología de la Política de Inversión Sostenible y Responsable
Adicionalmente, se llevan a cabo actividades de engagement (implicación/dialogo) alineadas con el objetivo del fondo y con la Política de Engagement de la Gestora. Con estas actividades, que consisten en el diálogo y la implicación con las compañías en las que invierte, la Gestora busca un doble objetivo. Por un lado, conocer en profundidad el modelo de negocio de las compañías, sus riesgos y oportunidades, por otro lado, promover el cambio, de forma que refuerce la estrategia, la gestión y el reporte de los aspectos ASG materiales para cada compañía, lo que contribuye a proteger el valor de las inversiones de la Gestora y a gestionar las incidencias adversas de las mismas.
Estos criterios ASG se integran en el proceso de inversión, el cual se supervisa de forma periódica dando seguimiento al cumplimiento de los requisitos ASG del fondo por los equipos pertinentes. En caso de identificar desviaciones respecto a los criterios se define el plan de acción a seguir, que puede contemplar, entre otras, la monitorización del desempeño a través de fuentes de información públicas y proveedores de datos, actividades de engagement y voto, etc.
Además, la Gestora cuenta con una metodología de análisis ASG en la que se identifican y seleccionan métricas cuantitativas y cualitativas que miden el desempeño de las compañías en la gestión de cada factor ASG, estas incluyen métricas para medir la existencia de políticas y compromisos de las empresas. Esta metodología incluye indicadores propios de gobernanza que evalúan específicamente el desempeño en materia de gobierno corporativo y de ética empresarial y la calidad de la información proporcionada.
La Gestora considera que las compañías con una puntuación de gobernanza superior muestran una mejor capacidad para gestionar recursos, mitigar los riesgos y oportunidades clave de ASG y satisfacer las expectativas de referencia en materia de gobierno corporativo. Por lo contrario, aquellas que demuestren un desempeño negativo no cumplen con los requisitos mínimos para ser categorizadas como inversión sostenible.
Adicionalmente, se realiza un análisis periódico de controversias con el objetivo de identificar prácticas de gobernanza inapropiadas que puedan suponer un riesgo material.